Lo que le ha pasado al Balonmano Antequera es un reflejo de la crisis que atraviesa la sociedad actual. El surgimiento de grandes proyectos, respaldados por empresas de «la burbuja», a su vez apoyadas por las administraciones públicas, nos ha hecho vivir en un sueño que está terminando en pesadilla.
Antequera tiene club, Antequera tiene técnicos, Antequera tiene jugadores, Antequera tiene cantera, Antequera tiene afición, Antequera tiene directivos, Antequera tiene Pabellón, Antequera tiene historia, pero Antequera no tiene cartera para costear un equipo en ASOBAL.
Uno es del Real Madrid, y el lunes, tras ver el partido, reflexioné y por primera vez me gustaría ser del Barcelona. Me explico, no se lo tomen al pie de la letra. Aunque nos gusta ver a Cristiano Ronaldo, los galácticos para mí eran los Zidane, Figo y Roberto Carlos, y no los que hay hoy. Cuando veía a los «catalinos», me gustaría estar en su sitio, pero coreando a los Casillas, Miguel Torres, Mateos, Alonso, Granero, De la Red, Borja Valero, Negredo, Soldado, Mata, Juanfran y compañía.
Aunque aquí hay cantera muy buena de balonmano, aún no hay un equipo para ASOBAL. Nos pasa como le ocurría a la Selección de Fútbol, se ganaba en las categorías inferiores, pero luego, no en la grande.
Con ese esperpéntico caso del «e-gim», el Club no puede quedarse en ASOBAL, hay que pensar en la base, en la cantera, pelear hasta donde el presupuesto nos dé. Sé que hay quienes piensan en el jeque, pero eso sería un problema tipo Vera: pan para hoy, hambre para mañana.
Adiós Balonmano Antequera, bienvenido Balonmano Torcal, ese club que no hablaba de dinero.
