jueves 25 abril 2024
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El 2009, un mal año para el Antequera que no mejora como se pretendía

Mal año 2009 para nuestro Antequera Club de Fútbol que descendió de Segunda B a Tercera, algo que se veía venir y no se frenó. El nuevo presidente, ése tan gran aficionado como gran industrial que es José Luis Morilla, ideó un proyecto nuevo, para el que no regateó esfuerzo, pero, salvando las distancias, le pasa lo que al Real Madrid, que ficha a una constelación de jugadores, a un gran entrenador, pero ello quiere decir que se asegura, «un gran equipo», no un «equipo para ascender».

Hay que conjuntar a los jugadores, hay que eliminar sus «tics» anteriores e imbuirles sistemas nuevos… Eso hay que hacerlo jornada a jornada y la verdad es que, como por otro lado es normal en estos casos, los resultados no van como se quisiera, los esfuerzos no se notan en la clasificación…

La directiva, tras el resultado de Huétor, «aceptó la dimisión» de García Cantarero, un buen entrenador que nos ofreció un fútbol «bonito», pero no el «que hacía falta», el que impone la Tercera: un equipo aguerrido, fortísimo en defensa, goleador; más o menos el que consiguió Tello el año del ascenso. La directiva, portadora del sentir de la afición, considera que sería un fracaso no clasificarse para la liguilla de ascenso, pues su objetivo y el deseo de socios y público en general, no es otro que volver a Segunda B. La cosa es difícil, pero no imposible. Los jugadores, demostraron calidad en muchos partidos y atonía incomprensible en otros; algunos fichajes «de campanillas» no se justifican; la defensa no es mejor que la de los últimos años y en el ataque no hay quien transforme el dominio en goles… Por eso cuando el próximo domingo vuelva la competición, la afición está expectante: los buenos propósitos ¿se convertirán en realidad?

El nuevo entrenador ha prometido trabajo y romper la dinámica de perder, recuperar la moral de los jugadores; buscar el fútbol práctico, el que lleva a la liguilla de ascenso. Óscar Mena, ante el Ejido, no tuvo tiempo para cambiar, en 48 horas, el fútbol de los verdiblancos. Para cuando se reanude la Liga, seguro que han cambiado muchas cosas. Veremos si da resultado como, volviendo a salvar las distancias, le ocurrió al Real Madrid… Pero mientras, la afición tiene su papel: ayudar como lo ha hecho siempre.

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