Se jubiló hace pocas semanas, pero todavía se le escapa un “nosotros”: “Hablo como si yo todavía estuviera trabajando. Todavía no me he hecho la idea de que estoy jubilada, parece que sigo en el equipo”, nos dice Lola Acosta Muñoz (Málaga, 27 de diciembre de 1961), recordando su larga trayectoria en el Centro del Profesorado “José Rodríguez Galán”, donde aterrizó en 1992 y en el que desde 1998 ha sido su directora.
Hoy, queremos hablar sobre su trayectoria, así como repasar los grandes hitos que han marcado una etapa que ha dejado huella en ella y que nunca olvidará. “En el mundo de la Educación”, nos detalla, “mi aventura comienza en el 1986, cuando aprobé las oposiciones, pero en el mundo del Centro de Profesorado, empieza en el 1992, cuando empiezo como asesora y vicecoordinador y ya entonces este centro era un CEP muy dinámico, innovador y muy cercano a los centros. Desde la dirección estoy desde septiembre de 1998 hasta ahora. He podido comprobar y experimentar cómo la formación ha ido evolucionando dependiendo de las necesidades de nuestro profesorado de nuestra zona”.
Y es que el Centro del Profesorado de Antequera tiene como misión formar a profesorado y equipo directivo para trasladar todo lo aprendido a un alumnado que ya no se conforma con recibir clases teóricas. Todo ha evolucionado. Acosta bien lo sabe y en ello se ha empeñado todo este tiempo: “Concretamente, yo he intentado impulsar la innovación y la investigación. Por ejemplo, desarrollando actividades formativas sobre metodología activa e innovadora. O metolodogías competenciales y evaluación competencial. O, por ejemplo, difundiendo el intercambio de experiencias y buenas prácticas. También, en el propio diseño de las actividades formativas creo que he intentado dar un impulso y avanzar para que sean actividades prácticas y aplicables, tanto en las presenciales como en las online”, subraya.
En las en línea, “nos hemos visto forzados a ello por el tema de la pandemia. Son actividades que huyen de que sean transmisivas. Son totalmente prácticas y dinámicas. También, en el propio equipo, por ejemplo, es importante que nos formemos día a día. Eso hace que hagamos actividades de mayor calidad. Es algo que todos los años hemos decidido: la mejora del propio equipo de técnicos de formación”, algo que sin duda ha conseguido con su incesante trabajo en la dirección del centro.
Aunque su trabajo ha sido incesante en numerosos proyectos, una de las cosas de las que más se siento orgullosa “es que hemos avanzado en una modalidad de formación basada en la práctica reflexiva”. Pero, ¿qué es esa práctica reflexiva? ¿Cómo se lleva a cabo?: Lola Acosta nos explica que se trata de actividades “que se basan en la reflexión, en el trabajo en equipo y en la interacción entre los asistentes. Es un modelo del que somos referente en Andalucía. Muchos CEP están aprendiendo de nosotros y, de hecho, compañeros del CEP están dando cursos de cómo lo hacemos y cómo hemos ido avanzando poco a poco. Este modelo lo iniciamos hace unos 10 años. Fue un antes y un después en el CEP porque huye de lo transmisivo para ser más cercano a los asistentes y docentes. Creo que esa puede ser una característica de mi trabajo en estos años”.
La práctica en la Educación es un modelo que poco a poco se ha ido implantando y, en la actualidad, no se contemplaría un mundo sin ella: “Es la base, así es como los centros docentes tienen que trabajar. Nuestra formación tiene que ser igual que la que los docentes dan en su centro porque, además, lo viven y cambiar es mejor para ellos. Lo hacen mejor”.
En el CEP, “nosotros, en todas las actividades partimos en lo que el docente sabe, conoce y ha experimentado en su centro. Después, hay una segunda fase que llamamos contraste con la teoría y es que a partir de esa primera fase, aprendemos nuevos conocimientos con un personal externo, un profesional experto en la materia que se trate. Después, se aplica el nuevo conocimiento. Finalmente, evaluamos todo el proceso por si hay que mejorar alguna de las fases que hemos hecho. Es un ciclo y ese ciclo lo llevamos en todas las actividades, tanto de carácter general como las de formación en centro”.
Y, aunque la implantación es todo un éxito, “ese cambio costó, pero lo bueno en el CEP es que como todos vamos a una y todos tenemos las mismas líneas y los mismos objetivos, no nos costó de convencernos de unos a otros. Lo único es que no sabíamos cómo se hacía y por eso tuvimos dos formaciones: una primera fue de ámbito provincial, la mejor y más larga de ámbito CEP, que lo hicimos en conjunto con el CEP de Marbella-Coín. Y ya lo que hicimos fue aplicarlo poco a poco… Con seguimientos de grupos de trabajo, en formación en centro… Así, poco a poco, para sentirnos seguros y ya hasta que dimos el paso y dijimos de hacerlo en todas nuestras formaciones en centro y al cien por cien. Con todas las fases”, nos expone Acosta, repasando lo realizado en el centro de profesorado antequerano.
De la misma manera, quien fuera directora del CEP Antequera nos explica también que la dinamización de la formación en centro “es una modalidad de otras muchas, pero es la que priorizamos porque es la más cercana a los centros. Es la que solventa los problemas o dan soluciones y mejoras a lo que el profesorado quiere. O sea, más contextualizado. Para nosotros es la mejor y la que priorizamos de todas las modalidades que hacemos”, recalca a este periódico.
Nos detenemos también en otro de los puntos que Acosta ha destacado y es la inmersión en el mundo online que el Centro de Profesorado se vio inmerso a causa de la pandemia. Un mundo que lo ha transformado todo, obligando a nuevas fórmulas de aprendizaje y a llevar el conocimiento a través de una pantalla. “Todavía hacemos muchas actividades online, muchas. Se van a quedar muchas cosas porque tiene muchas ventajas: hay actividades que muchos docentes les gusta porque es más cómodo, facilita la conciliación laboral y familiar… Pero hay actividades formativas que por temática se necesita que sean presenciales, como las relacionadas con la inteligencia emocional, mindfullness, estrés…”.
Obviamente, recalca, “eso no es lo mismo hacerlo online que presencial. Nos va a costar también y tendrá que buscar el equipo estrategias para recuperar esa presencialidad. Quizá al principio haya que hacer algo mixto, secciones online con presenciales. También, estas sesiones han favorecido que las actividades no sean solo a nivel local, sino también que se hagan a nivel provincial y regional, porque se puede abarcar a un gran número de asistentes. Tenemos que pensar que todo no sea online, porque no es lo ideal al cien por cien”, detalla, sabiendo que el cara a cara entre el profesorado siempre es mejor que hacerlo ante una pantalla, sobre todo en esas actividades que requieren una cierta interacción y que no son lo mismo frente a la “frialdad” de un dispositivo.
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Lola Acosta deja huella no solo en el ámbito profesional, sino también en el personal
Está claro que el papel incansable de Lola Acosta en dirección ha sido esencial para conseguir la mejora y el avance en el mundo de la formación al profesorado. También referente a nivel provincial y regional. Pero la huella que deja en sus compañeros de trabajo y equipo no es menor: “La parte humana del equipo es extraordinaria. Habré dejado huella en ellos, pero es que ellos han dejado huella en mí. En el equipo todos vamos a una, intentamos que todo sea consensuado y si alguien tiene una iniciativa de una actividad, los demás lo que hacemos es mejorarla y que esa actividad o idea vaya creciendo. Hay un ambiente y una convivencia muy buena. Quizá, ese sentimiento de no ver a mis compañeros, no estar con ellos, es lo que voy a echar más de menos. Más que el trabajo en sí, que se puede llenar con otras cosas. Pero ese sentimiento, esa parte sentimental sí que la voy a echar de menos”, recalca recordando los buenos momentos que ha pasado con todos sus compañeros a lo largo de todo este tiempo.
“Yo sola no he andado nunca, siempre digo que a mí el equipo me ha hecho mi tarea fácil en la dirección puesto que gracias a ellos son grandes profesionales y hemos avanzado juntos”, incide Lola Acosta, haciéndonos saber que el fruto del éxito en el trabajo realizado en este tiempo no ha dependido solo de ella, sino de toda la gente que hay detrás apoyándola y aportando ideas para llevar a cabo.
Una travesía por la Educación donde se lleva muchas anécdotas
Las actividades formativas que hacen en el CEP para crecer como equipo son solo un ejemplo de lo que Lola Acosta más va a añorar y que recalca cuando le preguntamos por una anécdota en todo este tiempo de trabajo: “Ahí hay un intercambio de conocimiento muy grande”.
Por eso, sin duda, elige esos instantes como inolvidables. Aunque también hay otros momentos que en su trayectoria en el CEP supusieron instantes que siempre recordará, como ese trimestre “en el que yo estaba sola. En el 1998, siendo yo directora, hubo un cambio de normativa, entonces ya no me llamaban coordinadora, sino directora, cambiando la terminología. Entonces ya éramos más parecidos a los centros docentes. Entonces, estuve un trimestre sola con el administrativo. Ahí tenía que ir de una actividad a otra, presentaba, de repente tenía que ir a un centro, tenía que dejar esa actividad… Era un poco locura, ¡pero lo recuerdo con alegría!”, explica Acosta entre sonrisas.
También inolvidables fueron esas actividades llamadas ‘Jornadas de Innovación Pedagógica de Antequera’, “que también es un referente. Fue iniciativa del CEP de Antequera, se hizo provincial a petición de la delegación y ya es que más de 200 personas no podemos abarcar. Cuando lo organizamos, nos quedamos hasta las diez de la noche, sobre todo el día anterior, porque eso es una locura lo que conlleva de actividades. Recuerdo esa convivencia, nos ponemos nerviosos, nos estresamos… Eso también lo recordaré, fueron unas vivencias muy bonitas”.
Treinta años de trayectoria en el Centro de Profesorado de Antequera avalan el buenhacer de Lola Acosta, que inicia ahora una nueva etapa en su vida. Con la jubilación, deja atrás un CEP Antequera que ha modernizado su metodología, que es referente para toda la comarca, la provincia y la propia Andalucía y que sigue trabajando para seguir mejorando, ahora con Pepe Arjona como capitán de barco.
Lola, que “cuelga las botas”, nos habla de ese nuevo camino que ahora se abre para ella: “Por una parte, estoy feliz porque voy a iniciar ese camino. Estoy jubilada y ahora puedo hacer cosas que antes no podía hacer. Por otro lado, tengo ese sentimiento de tristeza, de alejarme de los compañeros. Pero yo soy una jubilada activa, voy a seguir haciendo cosas. Ahora mismo, por ejemplo, estoy contribuyendo a mejorar la calidad de vida en el Residencial Antequera 51, donde actualmente soy la presidenta. Ahora mismo estoy en ese proyecto de cambio, organización y gestión”.
Sin duda, no se aburrirá con sus nuevas tareas, a las que también quiere sumar pasar más tiempo con los suyos: “También, estar más con mi familia, que quiero estar más con ella. Disfrutar de mi nieto, que mi nieto tenga un mundo saludable y que mejoremos el mundo que tenemos. Son sueños muy cercanos y un sueño que me gustaría que ocurriese”.
Ahora mismo, nos confiesa, “estoy ocupada al cien por cien: me levanto a la misma hora, me voy a la casa, vengo, pero eso con otras actividades”. Por supuesto, Lola Acosta también tiene palabras para todos aquellos compañeros que deja en el CEP, a los que sigue visitando de vez en cuando y que encaran una nueva etapa: “El nuevo director es Pepe Arjona, va a ser un gran director. Es ya un gran profesional y asesor, ha sido el subdirector. El tiene mucha idea innovadora y le deseo lo mejor. Además, estoy segura que así va a ser. Al equipo, también, por es que muy humano, muy profesional y cercano a los centros. Todo lo que hacen tiene mucha calidad. Los profesores y profesoras que están en los centros van a encontrar un CEP que va a ir mejorando día a día y que va a atender todas sus necesidades formativas y todas sus necesidades de mejora y les van a ayudar en ese proceso de cambio que todos los docentes se plantean al inicio de su curso”, finaliza.
Ahora empieza una etapa que, seguro, será tan prolífica como la que ha realizado hasta ahora, volcada día a día con mejorar el mundo educativo.
