Cuando un glomérulo se inflama se produce la glomerulonefritis.No debemos de olvidar que una glomerulonefritis puede ser secundaria a otras patologías (diabetes, lupus), convirtiéndose de esta manera en un síntoma a tener muy en cuenta.
Por otro lado, también existen diferentes enfermedades renales que cursan con glomerulonefritis, puede deberse a infecciones, a problemas autoinmunes o a sustancias químicas, aunque en otras muchas ocasiones realmente se desconoce la causa que la produce. Los pacientes que sufren una glomerulonefritis presentan unos síntomas muy característicos: presencia de sangre en orina, hinchazón de pies, tobillos y ojos, hipertensión, tos, hemorragia nasal y micciones oscuras y excesivas.
Estos síntomas pueden ir apareciendo poco a poco y no siempre se presentarán todos al mismo tiempo.El diagnóstico lo establece el médico urólogo partiendo de la sintomatología, se realizan análisis de sangre y orina además de otras pruebas complementarias como radiografía, ecografía y Tac. Lo que realmente confirma el diagnóstico es una biopsia del riñón que ponga de manifiesto la glomerulonefritis. El tratamiento variará en función de la causa que ha producido la glomerulonefritis, también hay que tener en cuenta que en estos casos es muy importante tratar la hipertensión. Se recomienda seguir una dieta baja en sodio y proteínas, además de reducir el volumen de liquido diario ingerido.
Si no se consigue curar la glomerulonefritis estos pacientes padecerán una insuficiencia renal crónica y con el tiempo necesitarán un tratamiento continuo de diálisis e incluso un trasplante de riñón. Para finalizar hoy les aconsejo una grata velada entre amigos, quizá nos ayude a endulzar el transcurso de una dura semana.
