Nuestra ciudad se sumó un año más a la bendición de las roscas en el Día de San Blas, el lunes 3 de febrero, mártir cristiano del siglo IV, quien antes de ser asesinado por su fe, sanó a un muchacho que tenía una espina en la garganta que estaba en peligro de muerte.
En las diferentes iglesias de la ciudad y panaderías, se fueron sucediendo las bendiciones, especial fue en la iglesia de San Sebastián, que se realizó por parte del sacerdote Lorenzo Orellana ante el altar del santo.
Además, en lugares como Alimentación Juan Ignacio en Plaza de San Sebastián, se bendijo las mismas por parte del carmelita Fernando Lázaro la tarde antes, para que sus clientes pudieran tenerlas a primera hora de la mañana.
De igual forma, el día antes, en la iglesia de Santa María de Jesús el capellán Tomás Pérez reunido con todas las familias en el templo, dio la bendición del patrono de las gargantas, San Blas.
