Una de las mayores sequías que estamos viviendo a nivel social es la escasez de valores. Resulta asombroso observar cómo después de una pandemia que ha hecho tambalear el mundo, la sociedad se dirige directamente hacia el individualismo, el egoísmo y la falta de valores. Desgraciadamente es esto lo que sembramos en las generaciones que nos suceden, permitiendo y restando importancia a comportamientos que implican la falta de respeto a los demás que hace unos años eran absolutamente inaceptables.
Por ello es tan importante el tener modelos de referencia que encarnen valores constructivos y generadores de actitudes en pro del respeto y la conciencia de ayuda y cooperación. Los principales educadores son los padres y pueden formarse a través de nuestras Escuelas de Padres. Pero hay otro agente preventivo del que no se habla tanto como se debería.
A través de este espacio queremos hacer mención especial del voluntariado. El voluntariado desarrolla un papel fundamental en muchas asociaciones y en la nuestra así lo es. Las personas voluntarias transmiten a través de su entrega y constancia la esencia del valor humano devolviéndonos en estos tiempos que corren la confianza en las personas. Son el ejemplo vivo de que el amor incondicional a otros a quienes no les vincula ningún interés directo, puede lograr hacer mucho bien en la vida de esas personas. Grandes personas y generosos en su dedicación a los demás. En Proyecto Humano contamos con un amplio y comprometido grupo de voluntariado, quienes con su admirable esfuerzo y compromiso, transmiten a usuarios y usuarias y sus familias los valores que terapéuticamente se trabaja con ellos. Respeto, humildad, honestidad, esfuerzo, solidaridad, y tantos otros valores tan auténticos como ellos y ellas. Desde aquí queremos valorarlos y expresar nuestro reconocimiento y gratitud más sinceros.
