Alguien dijo que la educación es el traje de gala para la fiesta de la vida. Pero la España actual, la que se esconde por la imposición de las minorías, la que acepta con sumo gusto la burocratización de la mujer, la España que va a permitir que una joven interrumpa su embarazo con 16 años sin autorización de sus padres, la que acepta una y otra vez que el precio de la luz rompa todas las barreras, la que va siendo consciente de que llenar el depósito de combustible cuesta más que un traje de hombre o de mujer de Emidio Tucci… esa España, pese a quien le pese, no está recibiendo la educación destinada a desarrollar el intelecto, la moral y la afectividad para convivir en sociedad. Vamos camino de estar privados de una buena fiesta.
La España de los últimos tiempos, tendríamos que remontarnos a las dos últimas décadas, cuando muchos españoles empezaron a enriquecerse a costa del ladrillo (inadmisible que los jóvenes no puedan comprarse una vivienda) está viviendo a base de los decretos ley que impone el gobierno. Un gobierno que para nuestro país necesita de forma urgente de consensos.
Aquellos que quisieron acabar con el bipartidismo están desapareciendo como las fichas del dominó. El salvador de las izquierdas, Pablo Iglesias, que se presentó como revolucionario de Vallecas, acabó como marqués de Galapagar; Albert Rivera, que irrumpió en la escena medio desnudo, se marchó enriquecido, pero con su partido camino del cementerio; y Yolanda Díaz, futura condesa de Fene, tiene a los representantes sindicales bajo sus pantalones y sus faldas enfrentándolos a los empresarios. ¡No pongamos en ellos nuestras esperanzas!
Con este panorama y en el arranque de un curso político con diversos escenarios electorales, necesitamos de un pacto urgente de los dos partidos mayoritarios. Un pacto que sacuda todos los campos, desde educación hasta la justicia pasando por la economía, la actividad laboral, la formación…
Inflación disparada por encima del 10 por ciento, el gasoil un 60 por ciento más caro que hace dos años, la electricidad con el precio más caro de la Historia y suma y sigue, son mínimos ejemplos que asertan cuando decimos. El gobierno de Pedro Sánchez se va a echar a la calle para aferrarse al poder pero España necesita un gobierno más serio. El candidato Feijoo está recibiendo todo tipo de insultos y España y los españoles debemos saber que a la victoria no se debe llegar por la dureza del acoso y derribo de cada uno de los comentarios sino por el crédito de la alternativa. Por el bien de España esperemos, bien la alternativa, bien el consenso.
