El hecho de ser un recién ascendido a Primera División y disponer de un presupuesto inferior al resto de equipos de la categoría, obliga al equipo universitario a reforzarse de cara a la próxima temporada, manteniendo el grueso de la plantilla que consiguió el ascenso en el sector de promoción. Dani Ramos, fue una de las piezas claves en la consecución de ese éxito sin precedentes que, ahora tendrá la oportunidad de demostrar su valía en la elite del fútbol sala nacional, tras llegar a un acuerdo con el club para renovar su contrato.
El ala ceutí demotró su valía en los primeros minutos de juego vistiendo la elástica verde, cosechando un total de 18 dianas en los 35 partidos de Liga disputados en el año de su debut en la categoría de plata. Una cifra reseñable que le ha situado en el tercer escalón de máximos goleadores de Segunda División en la recién finalizada temporada.
Su descaro en defensa y su olfato goleador fueron determinantes para que el UMA Antequera consiguiera un billete para el sector de promoción, tras superar al Itea Córdoba en un apasionante duelo en la última jornada de Liga.
No quedó ahí su ambición y en el ‘play-off’, junto con su compañero Miguel Conde -otra pieza clave en la consecución del ascenso-, el ex jugador de Peligros se echó el equipo a sus espaldas, consiguiendo cinco dianas, dos en semifinales y tres en la gran final frente al Real Betis.
Durante el acto de renovación, Ramos valoró positivamente su rendimiento a lo largo de la temporada y resaltó el carisma de todo el equipo para sobreponerse a las adversidades en los momentos más críticos y culminar el ascenso a Primera: «Empezábamos como un grupo que tenía como objetivo formarse y hacer un equipo competitivo para el año que viene. Pero, al final el equipo ha respondido y se ha conseguido el ascenso».
El ceutí no se esperaba jugar en Primera el próximo curso: «Para mí es cumplir un sueño, porque si hace dos años en Segunda B me dicen que iba a estar ahora epara jugar en Primera, ni los soñaba ni lo imaginaba. Ya el salto del curso pasado era un reto y jugar en Segunda suponía dar un paso de gigantes. El hecho de a la siguiente campaña estar en la máxima categoría es un sueño», sentencia.
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