La festividad del 8 de septiembre comenzó a las 12 horas en un acto donde se fusionaron las lecturas del momento con la plegaria de Carlos Montes, joven cofrade muy vinculado a la mayoría de hermandades de la ciudad que suele romper el silencio de los actos con su fervor de vitorear la grandeza de la imagen que tiene próxima.
En primer lugar, el arcipreste Antonio Fernández recordó el inicio de la Natividad de la Virgen, quedando a los pies de la imagen. Momento en el que se apagaron las luces y Montes empezó con: “Dios te salve María, Madre y remediadora nuestra, Dios te salve bellísima aurora, reina y patrona de Antequera, Dios te salve luz del mundo que deslumbra nuestra vega. Dios te salve faro y guía desde el Torcal a la Peña. Dios te salve dulce esperanza de los que en ti confían. Dios te salve Madre mía que en las noches tan frías eres tú mi consuelo y sol que alumbra mis días”.
Fue muy aplaudido por los presentes que casi llenaron el templo en una de las vísperas con más personas que recordamos el 8 de septiembre. Montes está muy vinculado a los Remedios, El Carmen, Rocío, Piedad, Consuelo y Soledad, sobre todo, participando como acólito, vestidor y artista del arte de adornar con flores. Se apostó por la juventud como inicio del Centenario.