lunes 6 mayo 2024
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Humanidades

El pasado 10 de septiembre, María Luisa Gómez, profesora de la Universidad de Málaga, hizo una brillante presentación del libro Pinceladas de don Antonio Alcaide, alabó con apasionamiento y admiración que don Antonio, dedicado por entero al mundo científico, fuese capaz de introducirse con tanta inteligencia en el complejo mundo de las Humanidades donde los sentimientos e ilusiones se entremezclan para descubrirnos un mundo de valores, sueños y, qué duda cabe ser un observador de la vida.

La profesora, joven y amena, hizo una reflexión sobre el mundo que estamos construyendo, la pérdida imparable de las Humanidades en el terreno universitario como un pequeño lamento que irá condicionando la formación  futura de las próximas generaciones. Una semana más tarde, el día 18,  un artículo en el País, ”Los estudiantes no son pollos de engorde”, firmado  por el filósofo italiano Nuccio Ordine, un verdadero experto, autor del ensayo “ la utilidad de lo inútil”,  llamaba la atención sobre el tema,  y el lunes 20, otra docente, Gema Abad, en el mismo diario, volvía a coincidir en la limitada importancia de las Humanidades en la educación y, en la poca capacidad de crítica que los ciudadanos  tendrán en el futuro si no se les enseña en el presente.

Hay muchas voces que se ahogan buscando esa dirección, quizá los planes de estudios que se gestan en los despachos, no sean tan inocentes, ni  simulen que reflejan la realidad. Siempre es más fácil gobernar un colectivo más uniforme,  coincidente, que acepte todas las reglas de juego impuestas por los gobernantes, que ser voces que continuamente llamen a examen, por solitarias y aisladas que estén, y  alienten a construir una sociedad donde cada cual tenga su criterio: libertad para vivir y libertad para pensar. 

En un mundo en que la tecnología se va coronando reina indiscutible, las Humanidades, además de no ser convenientes enseñar, tampoco económicamente son agradecidas, pues como dice Nuccio Ordine, a engordar todos, aunque se pierda el valor de lo pequeño que es lo más interesante que tiene cualquier vida.

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